La verdad es que Cibeles me ha parecido muy distinta de lo que recordaba. El año pasado me resultó más glamurosa, más alegre. Este año la impresión que me he llevado es de más sobriedad (incluso demasiada en algunos aspectos) pero también de más profesionalidad en la organización.
En esta edición una cosa que me ha llamado la atención es que la revista Vogue no tenido un stand en el Cibelespacio, la zona de patrocinios y actividades que hay alrededor de las pasarelas propiamente dichas. Al parecer la crisis pega más fuerte de lo yo creía, ya que la revista de referencia dentro de este mundillo se salta la cita más importante de la moda española. Sinceramente, creo que deberían haber estado allí, ya que hasta la neonata Harper´s Bazaar se ha hecho un hueco en esta 51 edición de la pasarela.
Mención aparte se merecen las señoras con sus mejores visones y cargaditas de joyas, que no se apuñalaban por una revista porque la sangre deja mancha y encima no las dejan, que si no… La imagen no tenía precio. Había gente que incluso (al parecer tenían “mucho” interés en la moda) salía de la sala del desfile antes de que este acabara para poder hacerse con cosas tan interesantes como la Cosmopolitan de DICIEMBRE.
Pero lo interesante de verdad (por mucho que a determinadas personas les parezca secundario) pasaba dentro de las salas Cibeles Lancia, donde se turnaban los diseñadores para mostrar sus propuestas para el otoño/invierno 2010-2011.
Mañana mostraré algunas de las imágenes de dentro de las pasarelas, para que podáis disfrutar de los diseños de las agujas españolas de esta edición de la Cibeles Madrid Fashion Week.
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